En Ollantay, nos enorgullece ofrecerte algo más que un simple croissant. Sabemos que, en el mundo de la repostería, los detalles marcan la diferencia. Y uno de esos detalles esenciales es el ingrediente clave: la mantequilla. Sí, leíste bien, mantequilla auténtica, no margarina ni manteca.

¿Por qué elegimos mantequilla como principal ingrediente?

La mantequilla es, sin duda, la base del croissant perfecto. No solo por su sabor, sino por la textura crujiente y hojaldrada que le aporta a la masa. Usar mantequilla de calidad permite que cada capa de nuestro croissant se derrita en tu boca, dejando una sensación suave, rica y absolutamente deliciosa.

En comparación con la margarina o la manteca, que muchas veces se utilizan para reducir costos y acelerar el proceso de producción, la mantequilla tiene una mayor capacidad de dar ese toque especial que distingue a los croissants artesanales de los industriales. Es una cuestión de autenticidad: queremos que cada bocado te transporte a una experiencia genuina, y eso solo lo logramos con ingredientes naturales y frescos.

 

La diferencia de sabor y textura

Cuando preparamos nuestros croissants, cada capa es una obra maestra. La mantequilla de alta calidad que usamos en cada pliegue de la masa es la que garantiza que tu croissant esté crujiente por fuera y tierno por dentro. La margarina, por otro lado, no ofrece la misma capacidad de aportar esa textura dorada y hojaldrada que todos buscamos al disfrutar de un buen croissant.

El toque de la tradición

En Ollantay, mantenemos viva la tradición de los mejores pasteleros franceses, quienes perfeccionaron la técnica del laminado para lograr esa masa ligera y con múltiples capas. La mantequilla, al estar bien integrada en la masa, crea una estructura perfecta de capas que se separan mientras se hornean, resultando en un croissant que es ligero, crujiente y lleno de sabor auténtico.

Además, la mantequilla tiene un perfil de sabor incomparable, con notas ricas y cremosas que enriquecen la experiencia de cada bocado. Esta es la razón por la que nos negamos a usar productos alternativos como la margarina o la manteca: porque el sabor auténtico de la mantequilla es insustituible.

Prueba el verdadero sabor del croissant

La próxima vez que nos visites, no olvides pedir uno de nuestros croissants frescos, hechos con mantequilla auténtica. Estamos seguros de que, al probar el sabor real de la mantequilla, no podrás resistirte a volver por más. Ven y descubre por qué no todos los croissants son iguales, y por qué el nuestro te conquistará desde el primer bocado.

En Ollantay, no solo nos importa el sabor, sino también lo que representa: la autenticidad, la calidad y el respeto por las tradiciones culinarias. Elegir la mantequilla no es solo una decisión sobre el ingrediente, es un compromiso con el verdadero sabor, el cual compartimos con cada cliente que visita nuestra cafetería. ¡Te esperamos para que vivas la experiencia!